Limitad cuánto de tiempo queréis pasar apostando en los juegos de azar.
Limitad la cantidad de dinero en efectivo que os lleváis cuando vais a apostar en juegos de azar.
Dejad las tarjetas de crédito, talonarios (y otros) a casa.
Recordad que los juegos de azar son un gasto en entretenimiento: el entretenimiento cuesta dinero y, por lo tanto, también los juegos de azar.
Recordad que las ganancias son vuestras: os los podéis poner al bolsillo y llevároslos en casa.
Antes de empezar a jugar, hablad con alguien durante media hora.
Mantened un registro de todo el dinero ganado y perdidos.
No jugéis nunca hasta que no hayáis pagado las facturas.
Nunca pedir dinero para jugar a juegos de azar.
No jugéis a juegos de azar si estáis enfadado, preocupado o deprimido.
Cuando sea que sentís el impulso de jugar a juegos de azar y a la vez realmente no lo queréis hacer, buscáis alguien en quien confiáis y con quién podáis hablar, y habláis del que sea, no necesariamente sobre juegos de azar.
Ponéis algunos objetivos para el dinero que utilizabais en el juego.
Recompensaos por todos los pasos que hacéis en la dirección deseada.
No intentéis cambiarlo todo en un periodo corto de tiempo. Es mucho mejor hacer pequeños pasos en la dirección correcta, que no pretender cambios inmediatos y radicales. Reflexionáis con sinceridad sobre vuestro comportamiento con los juegos de azar.
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